Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Salmos 46:7

“El Dios de Jacob”, Este título divino debe despertar una profunda gratitud y alabanza Dios, pues Dios mismo se ha identificado con Jacob, y Jacob identifica a cada uno de nosotros pecadores redimidos. Que gran consuelo hallaremos en todo tiempo al entender las siguientes verdades sobre “El Dios de Jacob”:

1. Es el Dios Soberano

“Está con nosotros” así como estuvo con Jacob, no por los méritos de aquel sino por que Dios lo amo y aborreció a Esaú por su soberana elección y voluntad, manifestada desde antes de la fundación del mundo.

2. Es el Dios de Gracia

“Está con nosotros” Jacob no tenia atractivo alguno en la carne pues era un engañador por excelencia, viviendo en pecado. Pero Dios en su Gracia lo encontró sin nada, y siendo merecedor de la ira, lo salvó y estuvo con el.

3. Es el Dios Redentor

“Nuestro”, Dios redimió a Jacob, este luchó toda la noche contra Dios buscando recibir bendición, pero fue Dios quien consiguió la completa rendición y entrega de Jacob, a quien luego llamó Israel, ahora este nuevo hombre transformado por el poder de Dios, pertenece a Dios y Dios le pertenece, ahora Jacob vivirá siendo Israel por la fe en su Señor apoyado en su bordón.

4. Es el Dios Protector

“Jehová de lo ejércitos” “Refugio es”, Dios no solamente estaba con Jacob sino por Jacob, peleando las batallas y siendo gran refugio en días de angustia.

5. Es el Dios de Paciencia

“Nuestro Refugio es”, Jacob con los años aprendió a esperar en el Señor su refugio y en sus promesas, y por la fe al morir bendijo a los hijos de José, esperando que Dios cumpliría su palabra de hacer volver a su pueblo de Egipto a Canaán. ¿Por que razón Jacob esperaría de esta manera en su Dios?, Jacob respondería sencillamente “porque Él esperó por mi”, al mirar la vida de engaño de Jacob desde su nacimiento hasta que Dios lo encontró, y aún en los caminos divinos vemos sus tropiezos, sobre sale la maravillosa y continua paciencia de Dios al lidiar benignamente con Jacob y soportarlo.

Somos comprados por la preciosa sangre de Cristo Jesús que predica desde el calvario su: Soberanía, Gracia, Redención, Protección y Paciencia hacia cualquier pecador que crea en Él.